Todos los viajeros que llegan al #Tíbet se quedan impresionados por el sorprendente paisaje que descubren.
Mucha gente piensa en montañas nevadas cuando se habla del Tíbet pero la verdad es que no importa en qué época del año se visite, el Tíbet siempre ofrecerá espectaculares escenarios.
De hecho, el Tíbet guarda numerosos secretos en función de la época del año en la que se visite.
En invierno, disfrutará de un sorprendente y cálido sol en Lhasa. En primavera no querrá abandonar esta tierra después de ver la explosión de flores de los melocotoneros en la prefectura de Nyingchi. En verano se sentirá maravillado por los aromas y el aire de las praderas de Shigatse. Mientras, en otoño, sentirá la grandeza de la prefectura de Ngari. Los lagos sagrados brillan con toda su fuerza a medida que van cambiando las estaciones del año, los árboles y las flores se engalanan para adornar los paisajes que ofrece este bien protegido entorno natural.
La primavera es la época en la que todo vuelve a la vida y las flores, plantas y árboles de todo tipo, brotan con su mayor fuerza para ofrecer una amalgama de colores. Es por eso que cuando la nieve está en los cantos de las montañas y las nubes blancas se entremezclan con el cielo azul, los melocotoneros en plena floración en Nyingchi se vuelven increíblemente atractivos ofreciendo todo su esplendor. Por supuesto que visitar Nyingchi junto con el Palacio Potala, el templo de Jokhang y el templo de Drepung hacen del viaje en primavera recuerdo memorable. Uno de los mejores lugares en el Tíbet para ver y sentir la primavera en plena floración es Nyingchi, con sus inmensos bosquecillos de melocotoneros que ofrecen su mayor grado de floración a medida que la temperatura aumenta. A partir de la segunda mitad de Marzo y hasta abril, las flores de los melocotoneros de dejan ver y es entonces cuando la región se convierte en un mar de color rosa cubre los árboles de toda la región. La primavera en las zonas orientales del Tíbet llega mucho antes que en ninguna otra región. Mientras que Lhasa y el lago Yamdrok están empezando a recuperarse del severo invierno, Nyingchi experimenta una primavera con temperaturas más cálidas. ?? Peach Blossom festival Nyingchi es sinónimo de de plantas y flores y bosques salvajes. En todo Nyingchi, los árboles se convierten en un vasto mar de flores de melocotonero, y ésto da lugar al conocido festival de los melocotoneros en flor de Nyingchi. Las fechas del festival dependen del florecimiento de los melocotoneros, pero normalmente se celebra alrededor de mediados de marzo, cuando los brotes de las ramas comienzan mostrar su flor. Durante el festival, mientras los árboles están en plena floración, no solo se puede disfrutar de la belleza del área cubierta por estas flores pequeñas y delicadas, sino que también hay muchas actividades que se realizan, incluido un concurso de fotografía local. Durante el festival Peach Blossom, la gente del lugar organiza diversos acontecimientos como carreras de caballos, tiro con arco o el transporte de piedras. El festival generalmente dura alrededor de un mes y es uno de los lugares más bellos del Tíbet. Además de por su festival, Nyingchi es famoso por sus verdes montañas y sus ríos cristalinos. Posee algo que poca gente conoce, el desfiladero del río Yarlung Zangbo, que, con sus 496km de longitud y con mayor profundidad que el Gran Cañón en Estados Unidos, el desfiladero atraviesa las montañas, dando un giro en "U" alrededor del monte Namjagbarwa, la montaña más hermosa de China que ofrece la posibilidad de adentrarse en el Condado de Medog, único condado que hasta hace poco no tenía caminos de comunicación. Este lugar se encuentra dentro del famoso cañón del Yarlung Zambo y es como realizar un viaje a una tierra desconocida y sólo comparada con la misteriosa Xanadu.
Con una temperatura muy agradable, el verano se convierte en la temporada alta para el turismo en el Tíbet. Aunque en esa época el sol calienta bastante y es muy agradable esa sensación, estando en el Tibet, es importante recordar que se debe evitar exponerse a tomar el sol como lo haríamos en otros lugares. La época y la altura del Tibet no favoreces a esa actividad. En cambio, el verano es un buen momento para visitar lugares de cultura y naturaleza. Todos los años a partir de mayo, el Tibet calienta y para aquellos que aman el verano, pero huyen del calor de países en alturas inferiores, éste es un lugar ideal para visitar. Las temperaturas rara vez alcanzan más de 25 grados aquí, y puedes ver las montañas cubiertas de nieve incluso con el calor y el sol del verano. El verano también es la temporada de lluvias en el Tíbet, con el monzón trayendo las lluvias desde los trópicos, aunque realmente hay muy poca lluvia en la región, incluso en el apogeo del monzón. Los cielos siguen siendo azules la mayor parte del día, con nubes flotando lentamente y rodeando los horizontes distantes. Las llanuras y las praderas se vuelven verdes y la fauna se asoma por toda la meseta saboreando las lluvias del verano y la exuberante vegetación. Una de las ventajas del verano en la meseta es el aumento de los niveles de oxígeno en el aire. La atmósfera sufre cambios a medida que llegan las lluvias, enriqueciendo el aire con oxígeno y en consecuencia, reduciendo el riesgo de mal de altura para algunos. También es el momento de mayores celebraciones y festivales. Todo el Tíbet se engalana de fiesta. Shoton Festival El Festival Shoton es uno de los principales festivales en el calendario tibetano, pues esta celebración marca el final del "Yarne", el retiro de verano de 100 días de los monjes budistas tibetanos. Tradicionalmente, el festival Shoton comienza el último día del sexto mes en el calendario lunar tibetano y dura seis días. Los celebrantes comen yogurt y ofrecen dádivas a los monjes que han pasado los últimos tres meses dentro de los templos, rezando por todas las especies de la tierra y asegurándose de que no reciban deméritos por matar a ningún animal, ave o insecto. Las óperas tibetanas continúan durante todo el tiempo, llegando a la parte fundamental de éste festival es la muestra de un Thangka o pintura de grandes dimensiones, que se localiza sobre una ladera para que los monjes y el resto de los participantes presenten sus respetos y oren ante ella. Agosto es otro mes donde los "Thangka" se posicionan en el centro de todos los festivales, como los que se celebran en Shigatse y el Condado de Dagzê, en los alrededores de Lhasa. En estos festivales, los enormes "Thangka" se muestran en los monasterios de Tashilhunpo (Shigatse) y Ganden (Lhasa), y la gente se reúne para rezar alrededor de la pintura. Ongkor Festival El festival Ongkor, que se celebra cuando termina el verano, justo antes de que llegue el momento de la cosecha, es otro gran festival y una grandísima oportunidad para experimentar la vida real del pueblo tibetano. El festival agradece la próxima cosecha, y la gente, conducida por los lamas, camina alrededor de los campos en forma de "kora", rezando por una próxima cosecha abundante. La recolección normalmente comienza a finales de agosto o principios de septiembre, y depende en gran medida de la llegada de la temporada de lluvias.
Con los cielos azules cristalinos y hojas doradas volando, el otoño en el Tíbet ofrecerá una oportunidad perfecta para disfrutar caminar por esta Región Autónoma. El otoño también es una estación apropiada para disfrutar a lo largo de la autopista Sichuan -Tíbet, la autopista Yunnan -Tíbet o la prefectura Ngari. También es el mejor momento para visitar del lago Namtso, uno de los lagos más bellos del Tíbet. Sin embargo debemos tener cuidado en otoño ya que el clima seco de esta época reducirá en nuestra piel la capacidad para retener la humedad. Incluir alguna crema hidratante en su equipaje será una buena cosa. El monte sagrado de #Kailash en otoño es un gran lugar para practicar el senderismo en Kailash. El otoño anuncia su llegada al Tíbet en septiembre, y los exuberantes árboles verdes van dejando paso al color amarillo en sus hojas, mientras se dirigen hacia los rojos y dorados en el punto álgido del otoño, antes de caer y transformar la superficie de los bosques en alfombras de hermosos colores. Sin duda, el otoño será la mejor época para que los amantes de la fotografía capten esos memorables momentos. Las temperaturas comienzan a enfriarse, aunque no llegan a incomodar. Los promedios en otoño están en torno a 15 - 18ºC, y bajan hasta 10 grados en algunos lugares hacia fines de octubre. Sin embargo, el frío no hará acto de presencia hasta un poco más adelante, por lo que este clima y el entorno efectivamente convierten al otoño en el momento ideal para hacer senderismo en el Tibet. ?? El otoño es también el mejor momento para visitar el mundialmente conocido monte Everest, y hacer el recorrido de 70km desde #Tingri hasta el campamento base del Everest (EBC) en su cara norte. Los cielos despejados ofrecen las mejores vistas de la montaña. Tanto desde el campamento base mismo como desde los diversos puntos de observación en los alrededores periféricos de la zona, con sus 8.848mt de altura, será visible en mucha distancia alrededor, en todas direcciones.
El invierno en el Tíbet nos muestra un sol que ofrece sus cálidos rayos sobre una meseta cubierta de nieve. Si busca una experiencia única, viajar al Tíbet en invierno es su opción. Celebrar el Año Nuevo Tibetano (Losar) con la gente local, descubrir vastas extensiones del Tibet cubiertas por la nieve, disfrutar de la cumbre del Namjagbrawa o recrearse cerca del monte Everest son algunas de las opciones que ofrece el Tibet en invierno, sin olvidarse de #Lhasa y el mercado de Jokhang. Por contra, no tendremos posibilidad de visitar el lago Namtso o acercarnos hasta Ngari o Medoc, pues en invierno, la nieve intensa interrumpe las carreteras en estas zonas. Paradójicamente, el Tíbet es un buen lugar para evitar el calor del verano y escapar del frío del invierno. Uno de los mayores mitos sobre el Tíbet es que no es posible visitar esta región en invierno, y aquí es donde mucha gente está muy equivocada. Mientras que el invierno en el Tíbet puede cerrar algunas de las regiones de la meseta debido a la fuerte nevada, existen lugares que se pueden visitar hasta en diciembre. Noviembre, aunque un poco frío, es un buen momento para visitar el Everest, y pensando en todo, el viajar en invierno al Tíbet nos puede salir más económico. Muchos lugares ofrecen tarifas menores en invierno para los turistas, y lógicamente, es mucho más fácil moverse y visitar las principales atracciones turísticas. Las temperaturas pueden bajar a menos de 0º, incluso durante el día en algunas áreas, pero el sol aún fuerte y podremos sentir su calor a pesar del frío. El comienzo del invierno también anuncia la llegada de las aves migratorias de las regiones del norte de Europa, que llegan al invierno en las llanuras fértiles y los humedales a las afueras de Lhasa. Esta es una muy buena opción para disfrutar por los observadores de aves. Para más información sobre el clima en el Tibet, no dudes en contactar con nosotros aquí.
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