Geográficamente, Turquía forma un puente natural, por tierra, entre los continentes del viejo mundo de Asia, África y Europa. La península de Anatolia es el punto más occidental de Asia, separada de Europa por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos. Tracia es la parte occidental de Turquía en el continente europeo. El examen de la estructura topográfica de Turquía en un mapa físico del mundo muestra claramente la gran elevación del país en comparación con sus vecinos, la mitad de la superficie de Turquía se encuentra por encima de los 1.000 metros y dos tercios más de 800 metros. Las cadenas montañosas se extienden en dirección este-oeste paralelas a las costas norte y sur, y son un factor principal en la determinación de las condiciones ecológicas. Esto también significa que, aparte del río Asi en Anatolia y el Meriç en la Turquía tracia, todos los ríos de Turquía nacen dentro de sus fronteras y desembocan en el mar, en países vecinos o en tierras propias. Turquía tiene siete cuencas fluviales. Los principales ríos de la cuenca del Mar Negro son el Sakarya, Kizilirmak Yesilirmak y Çoruh. También hay varios ríos con cursos cortos pero caudales elevados en la región oriental del Mar Negro, como el Ikizdere, Hursit Cayi y Firtina. La cascada más alta de Turquía se encuentra aquí en el río Totum. La cuenca de Mármara tiene menos ríos, siendo el más largo el Kocaçay (cuyos tramos superior y medio se denominan respectivamente Simav y Susurluk) que nace en el monte Murat y desemboca en el mar de Mármara desde el sur. Los ríos Küçük Menderes, Büyük Menderes y Gediz en la cuenca del Egeo dan su nombre a las llanuras que riegan. En la cuenca mediterránea los principales ríos son Aksu, Köprüçay, Manavgat, Göksu, Ceyhan y Seyhan. La cascada Manavgat en Manavgat, la cascada Düden en Düden y la cascada Yerköprü en Ermenek se encuentran entre las atracciones escénicas de la región. La cascada de Aladag que brota directamente de la ladera de la montaña es una de las fuentes del río Seyhan. Dos ríos principales fluyen desde Turquía hacia la cuenca del Mar Caspio; los Aras y los Kura. El agua de Turquía fluye hacia el Océano Índico a través del Golfo de Basora a través de los famosos ríos Éufrates y Tigris. Turquía también tiene dos cuencas de drenaje interiores. La primera es la cuenca de Anatolia Central que contiene el Tuz Gölü (lago salado) en Konya, y los lagos Yay, Seyfe, Kulu y varios otros lagos satélites. El principal río de esta cuenca es el Çarsamba, que desemboca en el lago Beysehir y aporta un gran volumen de agua para el riego de la fértil llanura de Konya, y está conectado por un canal a Tuz Gölü. Los ríos Karasu, Incesu, Deliçay y Bendimahi desembocan en la cuenca de drenaje interior de Van. Hay cascadas en el Bendimahi. Otro aspecto significativo de la topografía de Turquía es su carácter continental, preservado en el antiguo nombre de Asia Menor. Esta masa de tierra es efectivamente un continente a pequeña escala en muchos aspectos, sobre todo en lo que respecta al clima del interior. En algunas provincias, la diferencia de temperatura en 24 horas puede llegar a ser de hasta 20ºC. Durante los meses de primavera, no es inusual encontrar un clima típico de dos o incluso tres estaciones en diferentes lugares de Turquía en un solo día. La costa mediterránea puede estar disfrutando del calor del verano, mientras que la región templada del Mar Negro recibe hasta 2000 milímetros de precipitación en algunos lugares, hay partes de Anatolia central con una precipitación promedio de solo una octava parte de este total. Estas amplias variaciones de temperatura y precipitación afectan la fauna y la flora del país, tanto en cantidad como en variedad de especies. algunas partes de Turquía consisten en tierras altas áridas, mientras que otras están densamente cubiertas de bosques, y diferencias como estas juegan un papel crucial en la distribución de la vida silvestre en todo el país. El hecho de que Anatolia esté rodeada por mar por sus lados, su situación en la zona climática templada, su estructura geológica y geomórfica y su topografía son factores que contribuyen. Cada uno de los cuatro mares alrededor de Turquía refleja un carácter ecológico diferente. La salinidad es de 18 por mil en el Mar Negro, 23 por mil en el Mar de Mármara, 32 por mil en el Mar Egeo y 38 por mil en el Mar Mediterráneo. No hay otro país en el mundo con una variación tan amplia de niveles de salinidad a lo largo de sus costas, y las variaciones en la estructura ecológica de estos mares afectan a las formas de vida que los habitan, desde fitoplancton y algas hasta peces y mamíferos marinos como los delfines. La estructura geológica y topográfica se encuentran entre los principales factores que afectan la diversidad de especies en los ecosistemas terrestres. Si bien las cadenas montañosas que corren paralelas al Mar Negro y al Mediterráneo crean una barrera para las nubes de lluvia que se desplazan hacia el interior, provocan abundantes lluvias en las laderas de las montañas que dan a la costa. En el Egeo, las cadenas montañosas corren perpendicularmente hacia la costa, divididas por amplios valles que permiten que el clima marítimo prevalezca varios cientos de kilómetros hacia el interior. El aluvión llevado por los ríos ha creado fértiles llanuras en esta región del Egeo. Hacia el este, estas cadenas montañosas se juntan en Central Entail, separándose una vez más en el noreste y sureste de Turquía. La altura de las llanuras y mesetas en Anatolia central varía de 700 a 1.100mt, mientras que en Anatolia oriental aumenta a 1.100 -1.900mt y desciende a 700 - 500 en Anatolia sudoriental. A pesar de la existencia de amplias llanuras y mesetas, la topografía es en gran parte accidentada y montañosa en toda Turquía. Turquía tiene un pico de más de 5.000mt de altitud (Monte Ararat), tres de más de 4.000mt y 129 picos que superan los 3.000mt. Tal estructura topográfica irregular ha creado una amplia diversidad de condiciones ecológicas y especies. Ahora echemos un vistazo a la historia geológica del país, que también ha jugado un papel en la creación de la diversidad natural que existe hoy. Hacia el final de la Era Cuaternaria, la tierra experimentó cuatro glaciaciones. Durante los períodos fríos, cuando los glaciares se expandieron, los animales que buscaban climas más cálidos se trasladaron hacia el sur, hacia la península ibérica, la península de Anatolia y el sudeste asiático. Esta migración permitió a estas especies sobrevivir períodos de glaciaciones. Mientras que algunos regresaron más tarde a sus antiguos hábitats, otros permanecieron en sus nuevos lugares de origen, lo que explica por qué la vida silvestre de Turquía hoy en día incluye especies de origen norteño. La distribución de las especies de fauna y flora a lo largo de un eje norte-sur durante estos períodos glaciales cambió a un eje este-oeste durante los intervalos templados. Esto aumenta aún más la diversidad biológica. Las principales rutas migratorias de aves entre Asia, Europa y África pasan por Turquía, y esto también ha sido un factor en la expansión del número de especies que se encuentran aquí durante parte del año. La combinación de todos estos factores ha dado como resultado una diversidad de especies de plantas animales nativas que es una de las más altas del mundo. Mientras que en términos de región biogeográfica, Turquía se encuentra en la zona paleártica, las especies nativas incluyen las típicas de las regiones oriental y etíope. Cuando recordamos que las regiones biogeográficas cubren vastas áreas, se puede apreciar mejor la importancia de un rango de especies que se basa en diferentes regiones. Una diversidad comparable se puede ver en la historia humana de Turquía, donde desde tiempos prehistóricos se han asentado muchos pueblos diferentes, algunos para construir civilizaciones y otros para pasar a otros continentes. Como consecuencia este suelo ha sido disputado una y otra vez por ser tan estratégico en términos geopolíticos. Durante los últimos diez mil años, más de veinte pueblos han dejado su huella en Turquía. Las civilizaciones han subido y bajado en oleadas sucesivas, algunas víctimas de la invasión de los recién llegados, algunas de las epidemias de enfermedades y otras de los desastres naturales como los terremotos. Las fuentes de agua dulce siempre han sido un determinante clave en los asentamientos humanos, y donde estas fuentes se han relacionado con fallas tectónicas. han atraído a colonos a áreas cercanas a los centros de terremotos. Los recursos naturales que han beneficiado a la humanidad de diversas formas durante miles de años se han agotado gradualmente. Los bosques y su vida silvestre han sido los más afectados por este proceso. Los árboles no solo han sido talados para obtener madera y leña, sino que los pueblos antiguos los han prendido fuego deliberadamente como un medio para capturar ciudades enemigas. Incluso usando hachas primitivas, las personas pudieron destruir vastas extensiones de bosque. La deforestación ha provocado una grave erosión, que comenzó hace unos 2.700 años. Sin embargo, a pesar de miles de años de destrucción por la tala, los rebaños de cabras y el fuego, Turquía todavía tiene grandes extensiones de hermosos bosques naturales.